18 de mayo de 2016

Pico Bodón de Cármenes (circular desde Canseco)


Planteamos la excursión de hoy partiendo, y con llegada a su vez, del norteño pueblo leonés de Canseco que no va más allá de 40 habitantes y se encuentra a una altitud de 1.260 metros.
Vamos a ir en busca de dos o tres picos de la llamada Sierra Mediodía que se encuentra al sur de este pequeño pueblo y no lejos de Cármenes a cuyo Ayuntamiento pertenece.
Canseco es un pueblo prácticamente nuevo ya que sus casas fueron abrasadas en la guerra civil ardiendo casi en su totalidad, siendo famoso ahora por su antiguo torreón e históricos puentes. Comenzamos la circular sobre las 10 horas habiendo dejado el coche al lado de la Ermita de San Roque del pueblo. Avanzamos en dirección Palombera por una amplia pista hacia el sur primero y al este luego, siempre pegados por una u otra orilla al Arroyo Palombera. De frente vamos viendo a nuestra derecha la Peña del Rubio y más al fondo el Macizo de Bodón, con el Cueto Cabañas y el Pico Bodón separados por la Collada de Valverde. Es asimismo fácilmente distinguible la Peña Forcada por la hendidura ostensible en su cima.
En poco más de una hora del inicio nos encontrábamos en la collada de Canseco, subiendo hacia la derecha la primera de nuestras alturas de hoy: Peña Constante de 1.740 m. A nuestros pies y hacia el este Redilluera y Llamazares. Tras la foto de grupo en la cima descendíamos avanzando sin dificultad por verdes lomas hacia el sur para, rodeando Peña del Rubio por la izquierda, crestear cómodamente hasta el pico Peredilla de 1.812 m. de altura.
Llevamos caminado un poco más de la mitad del pretendido recorrido para hoy sin ser demasiado conscientes que aún nos faltaba lo más agreste y dificultoso.
La salida hacia el oeste de la cima del Peredilla nos obligó a algún apoyo, y la aproximación al Bodón de Cármenes nos mantenía las pulsaciones a buen ritmo.
Una vez alcanzada la que sería la tercera y última elevación del día, pudimos disfrutar de las mejores vistas en todas direcciones. Y tras un ligero descanso y el bocata reconstituyente iniciamos el retorno buscando un camino de descenso lo menos pendiente posible. Así y todo la piedra suelta y un cúmulo de hojas recién caídas que nos ocultaba para la pisada segura, nos ralentizaba el avance.
La idea era cruzar un tupido hayedo para alcanzar una pista paralela al Regato del Monte Bodón.
Una vez pasada la mayor pendiente el camino fue más cómodo y rápido, empalmando con la carretera un par de kilómetros antes de Canseco.
En resumen una excursión con buen día, buenas vistas, y alguna que otra dificultad superadas sin ningún riesgo notable.
Nota: No confundir los Picos Bodón de Lugueros, Bodón de Cármenes y Bodón de Pontedo, apellidados así en función de los pueblos a los que dan vista.




Distancia: 16,85 km.
Desnivel acumulado de subida: 975 m. 
Dificultad: Media-Alta
Duración: 8 h 30


Canseco

Avanzamos hacia el este

Por el Prado de Palombera

Collado Canseco (1.535 m)

A la derecha El Bodón de Lugueros (1.957 m.)

Subiendo a la Peña Constante (1.739 m.)

Mirando al sur la Peña Rubio

Peña Constante (1.739 m.)


Peña Rubio, Peredilla y Bodón de Cármenes

Vistazo atrás, bajando del Constante

Al fondo Peña Rubio y Bodón de Cármenes

Sorteado Peña Rubio, de frente (W) Peredilla y Bodón

Camino del Peredilla

Vistazo al N

De frente Peredilla (1.813 m.)

Y ya lo dejamos detrás

Con el Bodón de Cármenes delante

Cima del Bodón (1.832 m.)

Vista al E

Vista al SE


Al S

Abajo Cármenes al SW

S

Pontedo al NW


Al fondo Cármenes





Como siempre vistazo atrás, bajando del Bodón

Muy pendiente y piedra suelta

Precioso hayedo


Los puentes
La provincia de León ha sido desde antiguo cruce de caminos y enlace de comunicaciones entre Galicia, Asturias y la Meseta.
Los primeros puentes de envergadura fueron realizados por los romanos, aunque no sería hasta época imperial cuando se hubo generalizo su construcción en piedra, pensando en su durabilidad. En la Edad Media se procura su mantenimiento, al generar rentas por el cobro de portazgos.
El origen de los puentes de Canseco es romano. Aparecen sobre una antiquísima calzada que enlazaba los valles del Torío y del Curueño por Canseco, de ella quedan algunos tramos bien conservados, incluso con sus muros de contención.
Todos de características similares, muestran una única bóveda de cañón de sillería, cimentada sobre la roca y un solo arco de medio punto que posibilitaba unos cuatro metros de luz. En la parte superior aparece un lucido pavimento de cantos rodados.





El portazgo 
El pontazgo o barcaje, era un antiguo impuesto de naturaleza indirecta, existente en los reinos de Castilla, Aragón y Navarra que podía gravar los derechos de tránsito, que satisfacían los que iban de camino, pisaban terreno del rey o del señor, o entraban en la ciudad.

 





El Torreón de Canseco
La mayoría de las fortificaciones medievales se asentaban en los puertos y pasos estrechos de la Cordillera Cantábrica, emplazándose en lugares con buenas condiciones de visibilidad y dominio sobre el territorio circundante.
Sus torres se disponían escalonadas en los valles, cerca de los cursos de agua, en lugares elevados sobre las vías de comunicación y los núcleos de población.
A la entrada del pueblo se yerguen aún los restos de un torreón, cuya misión bien pudo estar relacionada con la protección de los pasos hacia la Cordillera, y con el cobro de las correspondientes tasas a los transeúntes. Formaría parte de un conjunto de fortificaciones dispuestas por toda la montaña, entre las que también figurarían Terra de Babia, La Vid, Valdelugueros, La Vecilla y Lillo.
Su estructura es semicircular, probablemente contó en su momento con tres pisos y una entrada a través de una puerta realizada a base de sillares bien labrados.
Ha sido declarado Patrimonio Histórico Español.




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