Día
5 de oct. (3er. día) 2º en Pekín
•
Lunes
Desayuno
buffet + almuerzo + cena Pato Laqueado.
Durante
este día visitaremos la Gran Muralla China, una de las mayores obras de
ingeniería de la antigüedad, el Palacio de Verano fue construido como jardín
veraniego para los componentes de la casa imperial de la Dinastía Qing. En la
actualidad es uno de los parques imperiales mas majestuosos de China. Está
compuesto por el Lago Kunming, que abarca las tres cuartas partes, y la Colina
de la Longevidad, que ocupa el resto. En un taller artesanal nos mostrarán el
“Arte Milenario del Cloissonne”. Durante el trayecto podremos observar desde el
autobús el estadio nacional “Nido del Pajaro” y el Centro Nacional de natación
conocido como el “Cubo del Agua”
A
continuación disfrutaremos de una cena en la que podremos degustar el “Pato
Laqueado”.
Alojamiento
en el hotel.
Nos
alternan el programa y así visitaremos el Templo del Cielo después de la
Muralla China
La Gran Muralla.
Edificada en el siglo V antes de Cristo, la Gran Muralla China fue creada para proteger el norte del imperio Chino de los ataques nómadas. Cuenta con más de ocho mil ochocientos kilómetros de largo y ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987. Además, en el 2007 fue elegida como una de las Nuevas Maravillas del Mundo Moderno.
Zona de pulido
Y allí mismo comimos
Visita al Estadio Nacional “Nido del Pajaro” y al Centro Nacional “Cubo del Agua”
Templo
del Cielo
El
Templo del Cielo es el mayor templo de su clase en toda la República Popular de
China. Fue construido en el año 1420 y tanto la dinastía Ming como la Qing lo
utilizaron para adorar por las cosechas (en primavera) y dar las gracias al
cielo por los frutos obtenidos (otoño). Desde el año 1998 está considerado como
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Está
situado en el parque Tiantan Gongyuan, al sur de la ciudad de Pekín. El Templo
del Cielo es en realidad un conjunto de edificios: al norte se sitúa el Salón
de Oración por la Buena Cosecha; al sur, el Altar Circular y la Bóveda Imperial
del Cielo.
El conjunto está rodeado de una muralla interior y otra exterior formadas por una base rectangular que significa la tierra y rematadas con formas redondeadas para simbolizar el cielo. Las murallas dividen el recinto en dos zonas: la interior y la exterior.
El conjunto está rodeado de una muralla interior y otra exterior formadas por una base rectangular que significa la tierra y rematadas con formas redondeadas para simbolizar el cielo. Las murallas dividen el recinto en dos zonas: la interior y la exterior.
Altar
Circular
El
altar circular o altar del cielo es una construcción abierta que enlaza con el
Salón de la Oración por la Buena Cosecha mediante un camino de piedra y
ladrillo de más de 350
metros de largo. Construido en 1530, el altar consta de
tres terrazas concéntricas rodeadas de unas barandillas de mármol blanco.
Cada tramo de las escaleras que conducen a lo alto del altar están formadas por 9 peldaños ya que los chinos consideran el número 9 como el número de la buena suerte. La acústica especial del lugar permite que, si alguien habla desde el centro del altar, el sonido aumente y se escuche desde todos los ángulos.
Cada tramo de las escaleras que conducen a lo alto del altar están formadas por 9 peldaños ya que los chinos consideran el número 9 como el número de la buena suerte. La acústica especial del lugar permite que, si alguien habla desde el centro del altar, el sonido aumente y se escuche desde todos los ángulos.
El edificio de la Bóveda Imperial del Cielo,
que se encuentra en el complejo del Templo del Cielo, tiene una
disposición parecida al del Salón de la Oración, aunque de menores dimensiones, y con un sólo nivel en el
tejado.
Salón de la Oración por la Buena Cosecha
Este templo con nombre chino Qinian Dian, es, tal vez, el edificio más conocido de todo el conjunto, y uno de los más representativos de la ciudad de Pekín. El salón tiene un triple tejado construido con tejas de color azul y está rematado por una bola dorada en su cúpula. Este edificio fue pasto de las llamas en el año 1899 y reconstruido en el año 1900.
Este templo con nombre chino Qinian Dian, es, tal vez, el edificio más conocido de todo el conjunto, y uno de los más representativos de la ciudad de Pekín. El salón tiene un triple tejado construido con tejas de color azul y está rematado por una bola dorada en su cúpula. Este edificio fue pasto de las llamas en el año 1899 y reconstruido en el año 1900.
Situado
al norte del gran recinto del Templo del Cielo, se trata de un palacete
redondo, emplazado sobre una gran plataforma redondeada de tres niveles, con
bellas barandillas, todo realizado en mármol blanco.
La
altura del edificio del Salón de Oración por la Buena Cosecha es de 33 metros.
Mucha gente mayor paseaba, descansaba o... |
...o se relajaba con juegos de mesa |
Después visitamos una fábrica de seda
Cenamos "Pato laqueado"
La
gran muralla china.
Es un momento único en nuestro planeta. Dicen que es la
única obra humana que se va desde la Luna, y no es de extrañar, ya que a lo
largo de sus 8.000 km
es como una herida abierta que recorre el norte de Asia. La Gran Muralla es la
obra por excelencia de China, arquetipo de su cultura y civilización. Se empezó
a construir hace más de 2500 años, por unos señores feudales que intentaban
proteger sus dominios de la amenaza de las tribus nómadas del norte.
Esas
murallitas feudales fueron unificadas por primera vez en el siglo III a.C., por
el primer emperador Qinshihuang: una gesta heroica en la que todo el pueblo
chino puso su sangre y su vida, desde entonces mantiene más o menos la forma
actual. No obstante la reconstrucción que se visita se realizó en la dinastía
Ming. El tramo principal va desde el paso de Shanghaiguan en el Mar de China,
hasta Jiayuguan en el desierto de Asia Central. Cada poca distancia hay torres
de vigilancia, murallas secundarias, ramificaciones, etc. Uniendo los tramos se
podría decir que hay más de 50.000 km. de muralla construida. Por eso en las
provincias del norte es fácil encontrarse con tramos de muralla más o menos
conservados.
Cerca
de Beijing está el lugar más famoso: Badaling. Badaling está a 70 km de la ciudad
y es el tramo más visitado. Está en un paso entre montañas lo que le da un fácil
acceso y la posibilidad de contemplar tanto desde arriba como desde abajo varios
kilómetros de muralla serpenteando entre las montañas.
Juyongguan
es el tramo de muralla más cercano a Beijing. Se llega, como a Badaling, por la
autopista, pero está como 20
km más cerca. Suele haber menos gente. La subida a la
muralla es ancha, pero muy empinada, aunque el esfuerzo se ve recompensado por
una gran visita.
La
descripción por La guía de Anaya Touring dice:
La
Gran Muralla China es el monumento más emblemático De China y una de las
construcciones más espectaculares del mundo.
Visitar
la Gran Muralla de China es el hito de cualquier viaje al país y, en cierta
medida, una obligación agradable no solo para los extranjeros sino para los
propios chinos, que afirman que un hombre no es del todo completo hasta que no
ha subido sus escarpados peldaños y contemplado el espectacular paisaje desde
lo alto.
Gran
parte de su estructura se encuentra en muy mal estado o derruida en algunos
puntos. Los tramos más accesibles y seguros son los que están más próximos a
Beijing: Badaling. Cuenta con funicular y es el más turístico de todos. Quizá
por ello es el menos recomendable.
Cuenta
la leyenda que el primer emperador Qin mandó construir la mayor parte de la
muralla con tierra, piedra y ladrillo, como barrera frente a los ataques de los
pueblos nómadas del norte. Lo más probable es que aprovechasen murallas ya
existentes para construir otra más larga y consistente, y aunque está tampoco
logró frenar las invasiones, se ha mantenido a lo largo de la historia como
baluarte ideológico y símbolo cultural de China.
TIAN
TAN Templo del Cielo
Antiguamente
existían en Beijing cuatro grandes templos en honor del cielo, la tierra, el
Sol y la Luna. Todos estaban situados fuera del recinto amurallado, cada uno en
uno de los cuatro puntos cardinales. Aunque de todos ellos quedan vestigios, el
único que se conserva con toda su magnificencia, es precisamente el que contaba
con una función ritual más importante: El Templo del Cielo.
Construido
en el año 1420, el Templo del Cielo está actualmente en medio de un gran parque
al sur de Beijing. Según las creencias de la China antigua, el emperador era el
hijo del cielo. Siguiendo estas ideas, los emperadores acudían a este templo
dos veces cada año, en la primavera y el otoño, a pedir a sus antepasados, en
el cielo, buena cosecha para todo el país. Este rito, herencia de los que miles
de años atrás realizaban las tribus de la región, en honor de la naturaleza que
le sustentaba, era posiblemente el qué y con mayor énfasis mantenía la figura
simbólica del emperador. Además las buenas cosechas eran la mejor garantía de
paz, y por tanto de estabilidad en el orden imperial.
Tiene
tres edificios principales. El primero, entrando desde el sur, como es
recomendable, es el altar circular. Semejante a los primeros altares con los
que los chinos primitivos adoraban a sus dioses. A continuación está la sala
del eco, donde el emperador rendía pleitesía a sus antepasados antes de orar, y
tras un largo y bello pasillo, el Salón de las Rogativas por las Buenas Cosechas.
Una de las construcciones más singulares de China. En el centro de un patio
elevado sobre tres terrazas circulares es de mármol blanco, tiene un triple
tejado de azulejos azules. Lo más impresionante es ese techo. Desde fuera
adquiere una imagen sobria y majestuosa. Desde dentro se puede observar la
maestría con que se han ensamblado las vigas de madera que sujetan el techo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario