14 de octubre de 2015

Paisajes de China. Suzhou. Jardines de Suzhou. La Colina del Tigre. Calle Shan Tang Jie



Día 14 de oct. (12º) Hangzhou/Suzhou
• Miércoles •
Desayuno buffet + almuerzo.
A la hora indicada traslado terrestre con destino a Suzhou, una de las ciudades más singulares de China llamada “Venecia de Oriente” por sus numerosos canales. Visitaremos el Jardín del Pescador y la Colina del Tigre
Por la noche les aconsejamos pasear por la calle Shantangjie, donde se ha conservado y restaurado uno de los mejores barrios tradicionales de Suzhou.
Alojamiento en el hotel.

 

Suzhou 
Suzhou es una ciudad china situada en la parte baja del río Yangtsé, a orillas del lago Tai, en la provincia de Jiangsu. Según la Oficina de Estadísticas de la Provincia de Jiangsu, la población era de casi 10 millones de habitantes en 2010 y su superficie: 8.488 km². 
Situada a 80 km de Shanghai, la belleza de Suzhou se debe al Gran Canal y al gran número de jardines construidos por sus habitantes. Llegó a disponer de un número de 400, de los que aún se conservan ochenta; quince de ellos abiertos al público hoy en día.
Ello, junto con sus originales canales, sus calles estrechas y sus bellas casas blancas, le dan a Suzhou un encanto único.
Esta población fue fundada como capital del Estado de Wu en el año 514 a.C., por el rey He Lü. Es por lo tanto una de las ciudades más antiguas de China.



TAV a Suzhou






El jardín del maestro de redes 
El jardín del maestro de redes, entonces llamado el Salón de los diez mil volúmenes, fue construido por vez primera en 1140 por Shi Zhengzhi ministro del gobierno de la dinastía Song. Shi Zhengzhi se inspiró en la vida simple y solitaria de un pescador chino representado en los escritos filosóficos. Tras su muerte el jardín pasó por numerosos dueños hasta que, alrededor del año 1785, fue restaurado por Song Zongyuan, un funcionario de la dinastía Qing. Lo rediseñó profundamente y le añadió numerosos edificios, pero conservó el espíritu del lugar.
La propiedad pasó a un erudito muy versado en los clásicos y la literatura, quien remodeló jardines y edificios, después a Li Hongyi, un oficial imperial y maestro calígrafo en 1868. El jardín pasó a He Chang en 1940, quien, restaurándolo nuevamente, le devolvió su nombre original de “Jardín del maestro de redes”, y estipuló en su testamento que a su muerte debía donarse al gobierno de Suzhou.
Este jardín de 5.400 m² de superficie está dividido en secciones este y oeste. La parte oriental está formada por habitaciones residenciales, mientras que los jardines propiamente dichos quedan en la occidental. Esta sección occidental dispone asimismo de un conjunto de edificios alrededor del "estanque de la nube rosada".
Las plantas y las rocas se usan para crear vistas que representan varias estaciones. Los dos elementos dominantes de la composición son un ciprés que data de la dinastía Ming, y un pino de varios siglos de antigüedad.
Las zonas al sur del estanque se usaban para actividades sociales y las de al norte para actividades intelectuales.
Los edificios están dispuestos en un estilo llamado "cerca del agua", lo que otorga al "estanque de la nube rosada" la impresión, engañosa, de gran tamaño. Se colocan edificios pequeños sobre rocas o pilotes, directamente encima de la superficie del agua, mientras que los grandes están separados del estanque por unos metros de tierra con arboleda, de manera que su tamaño se hace confuso.
El crítico moderno Chen Congzhou cree que el jardín del maestro de redes es la mejor representación de todo el arte clásico de jardines chinos.




Salón de convenciones familiares, donde se relegaba a las mujeres respecto a los hombres

Salón de lectura y estudio


Vista del Estanque de la Nube Rosada con el Puente de la Quietud
Puente de la Quietud

Pagoda sobre el agua


Todos con móvil

Se crean ambientes de verdadero encanto






El Gran Canal 
El Gran Canal, con sus más de 1.600 Km. de longitud es una obra maestra de la ingeniería China. Construido durante la dinastía Sui, fue trazado en sentido norte-sur, para crear una importante red fluvial, que comunicara las cuencas de sus cinco grandes ríos, que debido a la orografía del país, fluyen desde el oeste hacia el este. Esta obra sólo es comparable a la construcción de la Gran Muralla. Gracias al Gran Canal el flujo de mercancías, ideas de desarrollo, modas y costumbres entre el norte y el sur fue continuo.
Las afueras de Suzhou, es el lugar más conveniente para contemplar la actividad a su alrededor, ya que hay numerosos puentes, antiguos y modernos, desde los que puede observarse su impresionante tráfico de barcos y mercancías, así como la vida diaria de las familias que habitan en el propio Canal.









Tras un paseo por la zona tomamos un barquito para introducirnos, más de cerca si cabe, en su cultura oriental, en lo que a este capítulo se refiere.











Para ver detalles pinchad la foto










La Colina del Tigre 
Es uno de esos lugares mágicos que desde tiempos inmemoriales atraen la atención de los hombres. De hecho hace ya 2.500 años que se utilizó la colina como tumba del rey He Lü, el fundador de la ciudad. Según la leyenda en los días siguientes se vio merodeando un tigre blanco por los alrededores que súbitamente desapareció sin hacer daño a nadie. De ahí le vino el nombre.
En el siglo III, se construyó un templo en ese mismo lugar y en el siglo X una pagoda, que seguramente debido a la oquedad de la colina por contar en su interior con la tumba del rey, se fue inclinando irremediablemente. Sus 47 m. de ladrillo se mantienen desde entonces en un equilibrio inestable. La tumba de He Lü y la Pagoda Inclinada han quedado ligadas para la historia. Aunque las leyendas afirman que con el rey se enterraron más de 3.000 espadas preciosas, nadie ha podido excavar su tumba, por el riesgo de que la pagoda se cayera.
El recinto está plagado de leyendas, como si cada etapa en la historia de Suzhou hubiera dejado su poso en dicho lugar. El Jardín de Bonsáis, posiblemente el mejor de China; el Estanque de Espadas, donde se dice que hay 3.000 espadas y otros tesoros del rey He Lü; la Roca de la Almohada, la Roca Partida, etc.
Se escribió que los arquitectos y obreros empleados en el diseño y la construcción de la tumba, en un número superior al millar, fueron ajusticiados en la plaza de forma violenta al final, para ocultar el intrincado y casi inaccesible acceso a la tumba y sus tesoros nunca hallados.




La plaza



La inclinacion es más que notable







Paseo por la calle Shan Tang Jie 
Shan Tang Jie: es una antigua calle ubicada en el centro de Suzhou, donde un paseo al atardecer se puede convertir en una experiencia sublime para recordar durante toda la vida.
La combinación de estrechas callejuelas con una telaraña de pequeños canales hacen de la parte vieja de Suzhou, lo que por aquí denominamos “casco antiguo”, un verdadero tesoro a descubrir en un viaje turístico-cultural de estas caracteríticas.
El paradigma de este tipo de urbe, con 1.500 años sobre sus “espaldas”, o mejor sobre sus pisos o asfaltos, es la ya citada: Shan Tang Jie. Sus edificaciones han ido evolucionando, rehabilitándose y mejorando, pero sin perder en absoluto su naturaleza.
La vida, la actividad en esta calle, y lo variopinto de sus posibilidades gastronómicas, de compra de artículos típicos, de artesanía, unido a la gama de colorido ambiental e iluminaciones, obligan a la utilización de las cámaras de modo incesante captando sin descanso escenas cotidianas.
Aquí van unas cuantas fotos de muestra.


Puestos callejeros


Una barbería con sabor

Diversidad de mariscos

Alguna mascota






Canal y puentes iluminados, de cuento


Todo el camino con motivos de adorno






Los Jardines de Suzhou 
Los Jardines de Suzhou son los más famosos de China, ya que fue la ciudad donde más proliferaron, donde más se desarrolló su conocimiento y tipología y donde mejor se han conservado. La jardinería es todo un arte para los chinos. En él se encierran la arquitectura, la pintura, la caligrafía, etc., todo con tal de armonizar la vida en la ciudad con la evocación de la naturaleza. Los Jardines de Suzhou eran en realidad  casas particulares, por eso no se pueden comparar en tamaño con los jardines imperiales de otras capitales del país.
Es curioso que un jardín clásico precise forzosamente de cuatro elementos sustantivos: agua, rocas, plantas y pabellones. Y que en la combinación de los mismos no se ahorren esfuerzos para presentar un paisaje que huya de la monotonía y se acerque a la naturaleza. A veces toman elementos exteriores como préstamo, para que el jardín parezca mayor a nuestra vista, se juega con las curvas para no mostrar los límites, o con pequeños puentes, arbolitos, o simples montículos, que nos evitan constatar que el jardín es un espacio limitado.
Los pasillos y pasadizos en general dan numerosas curvas, permitiendo ofrecer a la vista una imagen siempre diferente, mostrando distintas escenas como cuadros pintados, merced a marcos especiales perfectamente concebidos, o puertas de formas caprichosas.
Los suelos están decorados con mosaicos de flores, o animales considerados auspiciosos, como el murciélago, símbolo de prosperidad, o la grulla, de larga vida. En su interior los muebles son de la categoría que correspondía a la familia que habitaba el jardín, los de la dinastía Ming se presentan más sobrios, los de la Qing más elaborados. Tanto los cuadros que cuelgan de las paredes, a veces naturales,  cono las formas caprichosas de las piedras, como las propias ventanas con sus celosías siempre variables, merecen la pena de ser contempladas con detenimiento. Además cada jardín tiene una casa de té, un rincón de paz.
Los jardines de Suzhou, han sido considerados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

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